En algún momento trabajé bajo la dirección de Ignacio Marquez, hoy dia "Ignacio Marx", a quien no solo respeto en su trabajo sino que a su vez disfruto mucho como guionista y dramaturgo. Cada vez que tengo oportunidad de un reencuentro con su trabajo me veo gratamente movilizado a partir de las referencias que él deja colar en sus líneas y libretos; ese mundo oscuro y lleno de imagenes que comparten el horror y la ternura, lo perverso con la sutilidad, lo dulce y el amargo en perfecta fusión, sin mencionar lo mas triste con lo mas jocoso que se puede encontrar.
En esta oportunidad escribo después de haber visto el mas reciente montaje del Teatro del Laberinto: La Revancha. Montaje desarrollado a manera de programa de radio, en el que dos locutores con su dialogo, no solo relatan un hecho histórico, sino que a su vez lo vivencian y dramatizan, permitiendole al espectador no solo escuchar sino también reirse a carcajadas durante un buen rato de creativo y muy personal humor.
Aun cuando escribo unos dias después de haberse terminado la temporada, la intención es invitarlos a que estén pendientes de dicho montaje que posiblemente se remontará en salas de la ciudad.
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